Dado el aumento actual de las tasas de interés, es posible que a los clientes que deseen mejorar sus viviendas les preocupe cuánto pueden pagar. Quizás también se pregunten si les conviene más comprar una vivienda nueva que reformar la actual. Aunque la situación de cada persona es única, existen varios factores que facilitan la decisión.
Una de las cuestiones clave es la escasez de nuevas viviendas disponibles.1 El aumento de las tasas de interés y los recientes problemas de la cadena de suministro contribuyeron a reducir la construcción de nuevas viviendas. Esta situación también propició el aumento de sus precios. Sin embargo, a pesar del aumento de las tasas de interés, según un estudio que se publicó recientemente, “el gasto medio previsto en reformas para 2023 es de $15 000, el mismo que en 2022”. Los propietarios con proyectos de mayor presupuesto (el 10 % del gasto más alto) planean gastar $85 000 en 2023, $10 000 más (desde $75 000) que en 2022”.2
Ron Pertl, vicepresidente sénior de Desarrollo de Plantas de Agua/Cuentas Principales de Aqua Finance, afirma que una de las razones es que renovar una vivienda puede ser más accesible que mudarse.
Ron aconseja compartir los tres factores siguientes con los clientes potenciales:
1. El financiamiento de un proyecto en lugar de una nueva vivienda tiene sus ventajas
Las personas que ya tienen una hipoteca a tasa fija y bajo interés sobre su vivienda actual se beneficiarán de conservarla en vez de comprar una nueva y obtener una hipoteca a tasas más altas. La renovación de una vivienda solo implica preocuparse por mejorarla. En lugar de refinanciar toda su vivienda a una tasa de interés más elevada, pueden solicitar un financiamiento flexible para cubrir solo el costo específico del proyecto que deseen emprender.
Conclusión: Cuando las tasas de interés aumentan, el financiamiento de un proyecto de renovación puede ser más barato que refinanciar toda la vivienda.
2. La compra de una vivienda implica gastos adicionales
Mudarse cuesta más que comprar una vivienda nueva. Los gastos de cierre varían entre el 3 % y el 6 % del importe del préstamo para la compra.3 Entre ellos se incluyen los honorarios del agente, los costos legales y de transferencia del terreno y los gastos de la mudanza.
Conclusión: Al comparar el costo de una mudanza con el de una renovación, es importante tener en cuenta los costos adicionales que implica la compra de una nueva vivienda.
3. Es más probable que la remodelación se adapte a las necesidades específicas del cliente
La mayoría de las personas que compran una nueva vivienda quieren hacerle algunos cambios. Esto puede aumentar, de manera significativa, el costo total. La renovación de una vivienda existente les permite enfocarse solo en las mejoras que desean realizar (y financiarlas). Según un informe de 2022 sobre el estado del gasto en el hogar, además del mantenimiento de la vivienda, los principales proyectos del año fueron pintar una habitación (33,6 %), remodelar un baño (28,9 %) y colocar un nuevo revestimiento en el piso (27,8 %).4
Conclusión: Es posible que a tus clientes les resulte más barato adaptar su vivienda actual a su estilo de vida específico que comprar y reformar una nueva.
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